Viva el cambio

Hoy me levante y era un día COMÚN.
Común para mi quiere decir: levantarme, cambiarme, desayunar (prefiero ir desnuda al trabajo que sin las tostadas y el yogur encima), tomar el 95 y pensar. Las ideas siempre estan, se mastican. No por eso el día deja de ser ordinario.
Llegue al trabajo. Agarré el teléfono y me compre un auto. Sí amigos, cuatro ruedas que son como clavar la bandera de la independencia en el medio de una vieja colonia.
Wow, dije. Tengo AUTO. No lo conozco pero ya lo amo. Yo soy así.
Acto seguido, hice el segundo llamado, ya con miedo. Le comunique a la dueña del departamento que alquilo que no le voy a renovar el contrato. Segunda decisión. Fuerte. Me mudo en 10 días. Adonde? No lo se. Cerca de un río, lo que más quiero. Y cuando voy a conseguir una casa? Y, tampoco lo se....el fin de semana?
Sali del trabajo sintiendo algo como...hola, mi vida cambio por completo en el termino de tres horas y al cabo de dos llamados. Me voy lejos, dejo toda esta historia detrás.
Me fui al gimnasio, pase por el chino as always. Esta vez, además de la bolsita con la comida de hoy, me volvi con un par de cajas y prometí ir por mas.
Acá me encuentro, llena ds polvo, embalando lo poco que tengo, escuchando música y recordando algo con cada cosa que agarro. Venía bien hasta que encontré tu martillito rojo. El que me prestaste poniendome todas las condiciones del mundo. Con el que colgamos los tres cuadritos que hay. El que representa parte de tu infancia. El que me recuerda a vos. Y nose que hacer, lo tiro, te lo devuelvo, me lo llevo.
Y si me estas leyendo por una de esas cosas de la vida, te sugiero que si querés resuperar algo de todo lo que hay tuyo, lo hagas ahora. Porque a mi nueva casa, no viene. Viva el cambio.


Hoy me levante y era un día común. Y me voy a dormir desarmando una casa y cerrando una gran historia de vida y lo más loco de todo, es que nose hacia dónde voy. Qué más da.