viernes, 15 de junio de 2007

Fin del principio

Tenía que seguir con lo que venía escribiendo pero, por esas cosas de la vida, deje pasar unos días y ya no tengo ganas de hablar de lo mismo, del principio del fin sino del fin del principio.
Sí porque empezó, estallóla guerra, vino el golpe de estado, la revolcuión. Revolución interna.

Mi vuelta a la terapia estuvo por demás tranquila. Pude expresarme bien, no lloré lo cual es síntoma de asumir el problema, traté de mostrarme ordenada y, sobre todo linda ante mi psicólogo que no me veía hace mucho. No me dijo nada; los psicólogos suelen verte bien cuando estas en estado de equilibrio. Definitivamente, no era mi caso. Lo único que me ligué tipo premio consuelo fue "que arregladita con ese rodete". Malísimo.
Entré al confesionario y fue instantáneo el olor a paz que había en ese aire. Fue una especie de ufff, no me quiero ir más.
Nose, no puedo ordenar la sesión en este momento, a punto de ser las dos de la mañana, pero sí puedo repetir algunas palabras que me resuenan tipo "culpa, culposa, culpabilidad, porqué culpa?" o lo pongo a trabajar, no puedo terminar y encima lloro; pero la peor fue "para salir del rol de hija primero tenés que matar a tus padres".
Es que sufrir esto de la independencia dentro de la dependencia es algo inexplicable; retomo la sensación de querer volar atada y así no se puede, quiero proyectar, todo el tiempo pensando cosas nuevas pero me di cuenta de que hasta que mi cabeza no asuma que llegó la hora de cortar el cordón no voy a poder hacer nada. Asunmir el problema, dicen, es el principio del fin, pero mi problema básicamente era la no accioón ante ese problema (se entiende?) asique en mi caso creo que podría llamarse el fin del principio que espero sea un sin fin. Creo.

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