Qué horror, hoy el poder de mi mente me asustó y mucho.
Llegué a casa tipo cinco de la tarde, ya venía como con las ganas de que hoy, domingo, puediéramos concretar esa cita que nunca fue.
Entonces me la empecé a imaginar, venías a casa, a comer. Fue tan real que empecé a ordenar, esto acá, esto allá...barrer, sí, definitivamente no da este piso y esa pollera..sí, me voy a poner esta, me hace buena cintura.
Pero estoy sucia...me voy YA a lavar el pelo así cuando llegas ya se me secó.
Y la comida? Mmm, mejor pedir, soy medio queso con la cocina. Vos, traete el vino.
Vino? No...y ya son las doce.
Me voy a dormir
domingo, 13 de diciembre de 2009
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1 comentario:
odio cuando en los ensueños no hay vino.
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