viernes, 17 de septiembre de 2010

Uff qué porraso!!

Baje al jardín y me pegué un porraso. Y me subí a la bici.
O bajé al jardín, me subí a la bici y me pegué un porraso.
No me acuerdo bien el orden es que quedé medio tonta y en eso estoy.
La cuestión es que subí nuevamente a cerrar los ojos y a repetirme "no te duermas no te duermas no te duermas NO te duermas, te estas durmiendo, PENSÁ EN OTRA COSA!" entonces empecé a pensar en otra cosa sí y se me vinieron a la mente tres hermanas la Soledad, la Manuela y la Consuelo. Tres hijas de la misma madre, la Bergoña que las abandonó hace mil.
La Soledad y la Manuela son hijas del mismo padre, el DiEgo.
La Consuelo, en cambio, es hija del Segundo.
Todos fueron de club un sábado, menos la bergoña, claro.
Se rieron mucho imitándose unos a otros. Primero, la Soledad se hacía la Manuela a cada rato hasta que ésta se enojó. Tanto que la Manuela no quiso jugar ni por Consuelo (la luz de sus ojos). El Segundo esperó sentado que alguien lo imite. Nadie quiso hacerlo. El DiEgo agarró a la Soledad para pasar la tarde, reirse juntos y de todos. En realidad el DiEgo es de esas personas que van por la vida inculcando la de "no necesito a nadie más mas que a mi mismo" asique estaba un poco aburrido con el plan de las imitaciones, él no tiene registro de los demás.
Del otro lado del continente, la Bergoña. Muerta de risa. Se pasa la noche como la Madonna, envuelta en una especie de papel film e inyectánodse Colageno a cada rato.
Y fijate que el porraso estuvo complicado que tampoco me concentro en esta historia porque en el estacionamiento de ese mismo club se está anunciando un japi hour a la que las tres hermanas estan especialmente invitadas y no me lo puedo perder.
De tomar hay haspiridina, gratis. con Pomelos. Ya me tome como tres vasos.
Y así y todo no lo logré y me quedé dormida...

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